Contenido protegido.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Piel

Historia de Martín y Ana


Martín vació la botella y se recostó al lado del lento cuerpo dormido de Ana. Comenzó a acariciarle al pelo y ella sonrió entresueños, a Martín le gustaba jugar con el pelo de Ana: lo enredaba, le hacía caracolas, trenzas, coletas diminutas...  incluso a veces solo se lo recogía para soltarlo después y así observar como descendía hacia su nuca, como si fuera una taza de chocolate caliente deshaciéndose en un helado de nata.
Luego Martín cogió un pedacito de la luz que entraba por la ventana y con su dedo índice dibujó unos versos en  la espalda de su cómplice:


Y no necesitamos nada más
Si el amor te llama por tu nombre
y a mi me gustan tus vaqueros rotos.



3 comentarios:

  1. La imagen del chocolate me ha encantado. Y el resto también claro.

    ResponderEliminar
  2. Sencillo. Sugestivo. Bonito. Y con una de las comparaciones más deliciosamente románticas que he leido en los últimos days. I'm a chocolate girl :)

    Siento el retraso. Me esfuerzo por actualizar y postear, por salir al cibermundo y al mundo real en un momento de mi vida en el que sólo me apetece taparme con una manta.

    Hoy también he ganado la batalla ;)

    ResponderEliminar