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martes, 15 de febrero de 2011

Cosas que escribo en la espalda de Eva

Imagino que soy un rey que pierde su reino por ti, o un chulo de San Francisco, con motocicleta y chupa de cuero, y te llevo a ver las estrellas al puerto donde los barcos roncan su sueño de marineros valientes, y en la carretera aprietas mi cintura mientras la velocidad dibuja con violencia exacta las posibilidades de tu melena. También pienso, a veces, que entras en una bilbioteca y te sientas encima de la mesa de enfrente, con "Los hermosos vencidos" entre las piernas, y yo te invito a cenar porque me vuelves loco, pero estás sedienta, y lo hacemos allí mismo para estupor y goce de las estanterías sacudidas. En fin, que importa, si los dos sabemos que nos íbamos a encontrar tarde o temprano, como saben dos surcos de agua que han de besarse en el desagüe.

Saliva, carne, vida.
Dentro del refugio no hay huracanes.






4 comentarios:

  1. Y cuando las palabras se escriben en las espaldas o las redes se sueltan, quién sabe quién las recogerá o qué quedará atrapado en ellas...

    Yo creo que, mal que nos pese, hoy es uno de esos días en los que echamos redes, incluso aunque lo ignoremos, incluso a pesar de nosotros mismos...

    Kisses noctámbulos ***

    P.S. Contesté a tu post cinéfilo en mi blog ;)

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  2. Muy bonito :)

    Qué romanticón te pones cuando quieres...

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  3. Tarde o temprano, no importa la situación, siempre se puede hacer sentir a la otra persona que no hay mundo más allá. Me encantó la última frase.

    Besos

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  4. Tarde o temprano como las cosas acaban inevitablemente en el lugar que les pertenece. Eso se llama Cosmos.

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