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domingo, 22 de enero de 2012

Prólogo para una tarjeta postal



Lo primero que hizo Eva al entrar en mi habitación fue tirar mi soledad por la ventana. Lo segundo, llevar los lagartos a un animalario. Lo tercero, pintar las paredes de verde. Lo cuarto, sonreir bien fuerte hasta que la claridad alcanzó el techo. Lo quinto, abrazarme 2 minutos y 8 segundos. Lo sexto, fabricarme un abrigo hecho de la misma tela suave que cubre su esqueleto. Lo séptimo, leer conmigo en la cama hasta muy tarde. Lo octavo, dormir de una manera prodigiosamente bella. Lo noveno, convencer a los demonios de que se buscaran otra casa a la que prender fuego.
Lo décimo, dibujar la palabra felicidad en cada pliegue de nuestro colchón.



4 comentarios:

  1. Qué linda manera de pasar el invierno!

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  2. ¡Cuanto tiempo sin verte por aqui! ¡Y cuanto sin pasar! I'm sorry I'm late!

    ¡Que chica tan hábil! Congratulations por encontrar a Eva ;) Sin embargo (ya tiene que salir mi lado aguafiestas), no creo que nadie tenga la llave de toda nuestra felicidad (de la misma forma que una sola persona no puede tener la llave de toda nuestra desgracia, salvo nosotros mismos).

    Se puede ser feliz junto a alguien pero no feliz gracias a alguien ;)

    Kisses buscadores ***

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