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domingo, 11 de marzo de 2012

El dorado estaba en tus mejillas

Era un día soleado de Marzo
y la paredes se enseoreñeaban de luz
busco el color de tus mejillas entre
la rubia invitada del hastío y sobre
todo, en la barrita amarilla que vence a la sombra

Tú me sujetas las ganas de vomitar desolaciones
y amarras con tu fina sonrisa la soledad compartida
y te basta un beso o un achuchón para decir te amo.
Me rindo ante la naturalidad de tu piel bendecida
y encargo un ramo de tulipanes para esta noche infinta.

 Va para tí, María, ojos inengables y voz de cuerda,
un gorrión en la mañana y, en la tarde, un remolino
de frutas y corazones crujientes.

2 comentarios:

  1. "un remolino de frutas y corazones crujientes" Me encanta el último verso :)

    Un beso para María

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  2. "Voz de cuerda". Me gusta. Amarra y retuerce, se estira, se destrenza, golpea, une...

    Que bonito. Que duren las soledades compartidas, las celebraciones y los brindis con tulipanes ;)

    Kisses soñadores ***

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